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La pandemia de la Covid-19, ha causado serias consecuencias sobre la seguridad alimentaria y la nutrición. Ha afectado los sistemas alimentarios y se ha puesto en riesgo el acceso de las personas a los alimentos.
La región de América Latina y el Caribe ha sido particularmente afectada. En ella habita el 8.6 por ciento de la población mundial, pero incluye 18.9 por ciento de los casos y 29 por ciento de las muertes por Covid-19, del mundo (WHO, 2021).
Los costos económicos y sociales de la pandemia en América Latina son muy altos, pues estuvo precedida por varios años con débil desempeño económico, bajo crecimiento promedio y progreso limitado en los indicadores sociales. Además, está muy expuesta a desastres naturales como terremotos, inundaciones y huracanes; debido a la alta densidad poblacional de las áreas donde ocurren y a la necesidad de mejorar las prácticas de gestión de riesgos (Banco Mundial b, 2021).
La FAO ha manifestado que la pandemia de Covid-19 y las dinámicas de confinamiento social y distanciamiento físico para contener la enfermedad, están creando las condiciones para producir una alteración en los sistemas alimentarios, la seguridad alimentaria y la nutrición de las personas y, por consecuencia, un incremento del hambre y la pobreza en América Latina y el Caribe.
La pobreza y la desigualdad en la distribución del ingreso, limitan el acceso a los alimentos. La disminución en la cantidad y calidad de los alimentos consumidos, afecta siempre a las personas en los primeros deciles o quintiles de ingreso, así como a quienes pertenecen a grupos vulnerables como indígenas y afrodescendientes, mujeres, niños, adultos mayores y personas con discapacidad.
La contracción de la demanda de alimentos provocada por la caída de los ingresos, impacta a su vez, los medios de vida de los productores y trabajadores de los sistemas alimentarios. De acuerdo con estimaciones de Naciones Unidas, un tercio de estos medios de vida, están en riesgo debido a la pandemia (Ganesan, 2020).
Por el lado de la oferta de alimentos, las medidas de restricción de la movilidad y de confinamiento social, han incidido en las cadenas de suministro, afectando la disponibilidad, los precios y la calidad de los alimentos.
La producción de alimentos que requiere gran cantidad de mano de obra ha sido perjudicada por la Covid-19, al deteriorar las condiciones laborales y sanitarias de los trabajadores agrícolas, muchos de ellos migrantes, que afrontan obstáculos para viajar y, frecuentemente, laboran en condiciones de hacinamiento, lo que ha ocasionado el cierre temporal de las explotaciones e instalaciones de producción de alimentos, para contener los brotes.
Los efectos sobre la oferta de alimentos, han provocado en algunos casos, fluctuaciones de los precios pagados por los productores y recibidos por los consumidores.
El documento tiene por objeto realizar un análisis retrospectivo del estado de la inseguridad alimentaria en Centroamérica, los principales efectos que la pandemia de la Covid-19 ha causado sobre los sistemas alimentarios e identificar las principales recomendaciones en materia de políticas públicas que los expertos han hecho para lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición en la región.
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Efectos de la Covid-19 en los sistemas alimentarios de Centroamérica