JUCHITÁN, Oaxaca.- Para activistas como Carlos Manzo, el cultivo de mojarra tilapia y el inminente inicio del cultivo de camarón en granjas, es una práctica que, llevada a cantidades industriales, significará más contaminación para el sistema lagunar. Lo anterior, porque el proyecto constituye la explotación de agua limpia y el uso de antibióticos para la crianza de ambas especies.
El proyecto de cultivo de mojarras tilapia fue impulsado por el gobierno municipal de Juchitán entre pescadores locales, como alternativa ante la contaminación de las lagunas.
Experiencia
Hace 2o años, pobladores de Unión Hidalgo se opusieron a la instalación de granjas camaronícolas en las zonas de los manglares, la cual pretendía ser introducida por el edil Armando Sánchez Ruiz y la empresa “Camarón Real del Pacífico”. Finalmente, dicho proyecto fue echado atrás al no haber estudios de impacto ambiental y tras demostrar que las lagunas son lugares ideales para la crianza del crustáceo sin necesidad de cultivos artificiales.
Fue en el 2001 cuando la sociedad civil organizó foros en donde se compartieron experiencias de otros lugares con las granjas de camarón, tales como Nicaragua, Guatemala y Ecuador, y la opinión de expertos que informaron de los inconvenientes de la introducción de las granjas y la grave contaminación que provocan.
“Se usan antibióticos para prevenir las enfermedades de las larvas en su proceso de crecimiento y éstos antibióticos se quedan en el agua y, cuando el agua se desecha, se van por los vertederos que dan a los ríos, los esteros y las lagunas, contaminándolos a la ‘N’ potencia”, dijo el defensor de la tierra y el territorio.
Explicó que el uso del agua limpia es esencial para el cultivo de peces y el camarón, pero que utiliza una gran cantidad de antibióticos. “El agua que desechan del proceso de cultivo de la especie se tiene que eliminar de alguna manera, ya sea a una fosa de oxidación o planta de tratamiento”.
La obligación
Agregó que la explotación industrial de peces y camarones en granjas produce una gran contaminación. “Son miles de metros cúbicos de agua, una hectárea son diez mil metros cuadrados de superficie de una piscina para el cultivo, si lo multiplicas por metros cúbicos estás hablando de una cantidad de agua que no tienes manera de procesarla por ningún sistema industrial, y tienes que depositarla en algún lado”.
Consideró que si las lagunas ya tienen un índice muy elevado de contaminación “por las heces fecales de todas las aguas negras de los sistemas de drenaje que va de Ixtepec hasta Juchitán; si le agregas los desechos de cultivos industriales de granjas de camarón y de tilapia, va a hacer un envenenamiento que están padeciendo en otras partes como Pátzcuaro”.
Sostuvo que los proyectos de cultivo de camarón a gran escala son proyectos que destruyen el entorno en 10 años, ya que se necesita de una gran cantidad de agua limpia “¿de dónde si todos los ríos y esteros están contaminados? Van acabar con los acuíferos”.
Es necesario -subrayó- la limpieza de los ríos en por lo menos cinco años para limpiarlos de heces fecales para poder iniciar proyectos alternativos, porque las lagunas limpias son criaderos naturales de camarón.
“(Las lagunas) tenían los afluentes de agua limpia, dulce, oxigenada que se junta con el agua salada, por eso las grandes pesquerías de camarón que tenemos estaban en la desembocadura del Ostuta, de los esteros de Chicapa, San Dionisio, sobre todo el sistema lagunar huave, el río Ostuta que no tiene la contaminación del río Los Perros, por eso el camarón todavía viene de Ixhuatán, San Francisco del Mar”.
Concluyó que lo que de por sí existe de manera natural se contamina con los químicos industriales de los criaderos de camarón y tilapia; va a perjudicar lo que de por sí funcionaba.