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jueves , 26 noviembre 2020
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Año de vacas flacas

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ALEJANDRO PAYÁN. DIARIO DE QUERÉTARO.

En el campo “estamos perdidos”.

QUERÉTARO, Querétaro. Aunque en el campo hay temor por la presencia del Covid-19, en los últimos meses la principal preocupación es la baja producción tanto de las cosechas de temporada como del ganado; situación que ahorca cada vez más el bolsillo de los pequeños productores.

La baja temporada de lluvias de este año ha golpeado las cosechas de los productores que tienen pequeñas parcelas de menos de una hectárea, además hay menos producción de alimentos y granos, tienen que llevar a pastar las pocas vacas que les quedan cada vez más lejos.

En la comunidad de Apapátaro, del municipio de Huimilpan el señor Raymundo Álvarez reconoció que esta temporada de lluvias, que esperaban desde el mes de junio, ha sido muy baja, afectando principalmente la producción de maíz.

“Este año estamos perdidos casi con todo, no llovió y se secan las plantas, el maíz se secó desde la raíz y le cayó un gusano, luego el chapulín, nomás estamos sacando pastura, todavía no comenzamos, hay puras orillas y sembramos en las orillas y hay pedazos que vamos arrancando con trabajos”.

Chabela sale a pastorear a sus borregos a la orilla de un bordo. FOTO: YOLANDA LONGINO.

El alimento para ganado oscila entre los 130 pesos por la paca de alfalfa, 95 pesos la paca de avena y 50 pesos la paca de zacate, para un promedio de cinco cabezas, dependiendo la edad y peso, se recomienda la compra de unas 20 pacas mezcladas entre alfalfa y zacate; en promedio mil 800 pesos a la semana, además de otros suplementos, lo que hace que sea prácticamente insostenible para los pequeños productores mantener a su ganado.

“Ando sufriendo aquí con ellos, lo que busco son ramas que están comiendo, andan buscando pasto, junio que llueve y comienza a haber pasto es cuando las traemos y luego andan, pero este año casi no llovió”.

Algunos campesinos han optado por deshacerse de sus cabezas de ganado y quedarse con un par, buscarán reproducirlas en los próximos meses, en espera de que la situación económica mejore.

BAJA PRODUCCIÓN

Corta sus mazorcas en un campo sin lluvia. FOTO: YOLANDA LONGINO.

En la comunidad de Vegil, a la orilla de un bordo, Chabela pasea sus borregos y corta su milpa debido a la escasez de las lluvias el campo luce árido pero con algunos destellos verdes, es ahí donde los animales se acercan y comen, está acompañada por su fiel perro color café y sin una raza definida pero con una lealtad inquebrantable, la cuida y toma un poco de calor del sol mientras su dueña corta las mazorcas.

De pocas palabras pero concretas Chabela estima que la baja producción de su parcela durará hasta los meses de febrero o marzo por lo que espera que las lluvias mejoren en las próximas semanas.

“Fue muy poca, estuvo una cosecha muy, el año pasado también, ha estado igual no ha llovido, ha faltado mucho la lluvia”.

La realidad que viven todos los días los productores es opuesta a la de los programas anunciados, sin apoyos federales, lo poco que llega a nivel local no es suficiente y la gente del campo espera, espera lluvias que traigan un poco de vida a la tierra que todos los días trabajan.

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