La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), mecanismo de concertación y diálogo político que reúne a los 33 países de América Latina y el Caribe, caracterizado por su pluralidad y diversidad -fundado en 2010, bajo el liderazgo e iniciativa de México-, desde sus inicios ha mantenido una alianza estratégica con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), para políticas cuyo objetivo es la seguridad alimentaria en beneficio de la integración y desarrollo regional.

La CELAC, presentado como el foro más representativo de la integración latinoamericana y caribeña, en colaboración estrecha con la FAO, ha brindado respuesta a las distintas problemáticas que aquejan a nuestra región en el ámbito de la seguridad alimentaria. De la misma manera, la FAO ha impulsado la agricultura en el aspecto nutricional, así como su relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y los distintos rubros relativos al medio ambiente, salud, lucha contra la pobreza y la erradicación del hambre.

Es en ese sentido que, en el marco de la alianza estratégica CELAC-FAO, se celebraron cuatro reuniones ministeriales y cinco del grupo de trabajo ad-hoc concerniente a la Agricultura Familiar y el Desarrollo Rural, las últimas celebradas en diciembre de 2017 y agosto de 2019, respectivamente, oportunidad en las que se instó a la membresía a reforzar las acciones en materia de agricultura familiar y desarrollo rural, la cooperación sur-sur, además de recomendarse la activación del Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC 2025 (Plan SAN CELAC), adoptado en 2015, durante la III Cumbre de Jefes de Estado de la CELAC, celebrada en San José, Costa Rica.

Asimismo, la FAO ha presentado a la CELAC distintos estudios técnicos sobre seguridad alimentaria para el desarrollo de la región, tales como la “Estrategia Regional para la Gestión del Riesgo de Desastres en el Sector Agrícola y la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe (2018 – 2030)”, en abril de 2018; y más recientemente, en abril de 2020, el informe sobre “Seguridad Alimentaria bajo la Pandemia de COVID-19”, en atención a una solicitud de apoyo presentada por la actual Presidencia Pro Témpore (PPT) de México en la CELAC, estudio que por la importancia que reviste actualmente, profundizaremos a continuación.

El nuevo informe de la FAO, advierte el impacto del nuevo coronavirus (2019-nCoV) en la seguridad alimentaria de América Latina y el Caribe y, contiene recomendaciones específicas respecto a la importancia de la temática alimentaria ante la contingencia sanitaria, proponiendo medidas para enfrentar el impacto de la pandemia en la seguridad alimentaria regional, advirtiendo así que, la pandemia causada por el coronavirus repercutirá en un incremento del hambre y la pobreza en los países de la CELAC.

Si bien, los gobiernos de la CELAC están implementando políticas para enfrentar la crisis, las limitaciones presupuestarias, los desafíos logísticos y la urgencia de la situación, demandan iniciativas de gran impacto y que sean realizables en cada uno de los contextos nacionales. Tal como indica dicho estudio “la región debe iniciar lo antes posible estrategias ‘post-COVID-19’ con el objetivo de retomar la senda de crecimiento sostenible e inclusivo que le permita lograr las metas de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030”.

El informe retoma la visión de que los problemas que aquejan a la región y, en particular, esta emergencia sanitaria, desconocen fronteras y por tanto deben afrontarse en conjunto. Como bien lo señaló el Canciller Marcelo Ebrard, en ocasión de la Reunión Ministerial Virtual sobre Asuntos de Salud para la atención y el seguimiento de la pandemia COVID-19 en América Latina y el Caribe, celebrada el 26 de marzo de 2020, “[en esta crisis sanitaria] ningún país de América Latina y el Caribe se encuentra desprotegido, por el simple hecho de formar parte de CELAC”.

Si bien el estudio afirma que nuestra región y los mercados internacionales tienen reservas suficientes para alimentar de forma adecuada a sus habitantes en los próximos meses, señala que el principal desafío en el corto plazo será el garantizar el acceso a los alimentos de la población que está cumpliendo con las medidas de seguridad sanitaria, especialmente para quienes han perdido su fuente de ingresos. Además de enfatizar el reactivar el Plan SAN CELAC, adecuándolo al nuevo contexto y fortalecer los acuerdos políticos para impulsar el comercio de alimentos entre los países de la CELAC.

Ahora más que nunca, resulta necesario el continuar trabajando como Comunidad en el desarrollo de América Latina y el Caribe, situación en la que es vital la voluntad política de nuestra región para continuar buscando alternativas para combatir y afrontar la crisis sanitaria, esfuerzo que, indudablemente, requerirá el apoyo político e institucional a fin de preservar la agricultura familiar como sustento para el desarrollo de nuestros pueblos.

*Efraín Guadarrama Pérez es director general de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos / Coordinador Nacional de México ante la CELAC, y Julio Berdegué es representante regional de la FAO en América Latina y el Caribe.