Todavía no se ha dado a conocer en qué estado se encuentran estas negociaciones ni de qué forma se restaurarán los daños hacia la empresa por la inversión de 1,400 millones de dólares en el proyecto.
“Les explicamos que ya era una decisión tomada por los ciudadanos y se respeta la voluntad del pueblo, la voluntad mayoritaria de las personas. Ya estamos viendo otras opciones, otros sitios”, dijo en su conferencia matutina.
A finales de marzo se realizó una consulta con los habitantes de Mexicali para decidir si la planta que la cervecera construía en el lugar debía continuar. El 76.1% de los consultados votó por el “No”.
La construcción de la planta fue criticada por el gobierno federal bajo el argumento de que se construía en una zona con poca disponibilidad de agua.
La decisión de cancelar la planta, que ya contaba con todos los permisos, ha sido calificada como una mala señal para la inversión por parte de las principales cámaras del sector empresarial. El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) señaló que la decisión de no otorgar los permisos de Conagua es “arbitraria, autoritaria y unilateral; violenta la legalidad y el Estado de Derecho, daña a la comunidad y a los trabajadores y es una pésima señal hacia la sociedad y el mundo de que las reglas democráticas no se respetan en México”.
Por su parte, la American Chamber of Commerce of Mexico (AmCham), que representa a 1,400 empresas estadounidenses en el país, también manifestó su preocupación sobre el mensaje que lanza este tipo de consulta hacia la inversión privada.