Comentó que el año pasado, en el Distrito de Desarrollo Rural 001, Zona Costa, (DDR 001) que incluye los municipios de Tecate, Tijuana, Playas de Rosarito y Ensenada, se contó con una superficie de 4,058 hectáreas sembradas. De estás, 3,830 hectáreas fueron cosechadas.
Dicha cosecha, dijo, arrojó una producción de 18,387 toneladas del fruto, que en su mayoría, son utilizadas para la elaboración de vinos y una mínima parte, para la venta en fresco.
El funcionario aclaró que la vid, es uno de los principales cultivos perennes que se desarrollan en la zona Costa de Baja California, específicamente, en el Valle de Guadalupe, Santo Tomas, San Vicente, Ojos Negros y Piedras Gordas del Municipio de Ensenada, así como en el Valle de Tanamá y el Valle de las Palmas, del municipio de Tecate.
La labranza de la vid, genera alrededor de 350 mil jornales anuales, de acuerdo a datos estadísticos proporcionado por el DDR 001, que representa el Ing. Fernando Sánchez Galicia.
Señaló que en la “ruta del vino” existen alrededor de 138 empresas vinícolas, que en conjunto, en el 2019 registraron una producción estimada de 9 millones de litros de vino de la marca Cabernet Sauvignon, Chardonnay, Chenin Blanc, Tempranillo, Merlot, Nebbiolo, Red Globe, Rubi Cabernet, y Grenache, entre otros.
Los principales destinos comerciales de los vinos bajacalifornianos son: Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara, en la República Mexicana y el Estado de California en Estados Unidos.
Finalmente, resaltó que el cultivo de la vid detona el valor económico de esta cadena productiva, al multiplicar por cuatro su valor mediante la transformación en vino y al multiplicarlo por 10, cuando se añade el sector terciario de servicios, gastronomía y turismo nacional e internacional.