SERGIO ARGÜELLES. EL ECONOMISTA.
La construcción de parques industriales son proyectos nobles, ya que, visto desde una perspectiva económica, su desarrollo no sólo se limita a la edificación de naves, sino del desarrollo integral y de bienestar en muchas zonas donde no existían fuentes de trabajo, escuelas o carreteras.
Sin duda, esta última, es la parte más gratificante, pero también tiene una cuestión importante que no debe ignorarse, que es la de respetar el medio ambiente y minimizar su impacto con la operación.
En el marco de la celebración anual del Día Mundial de la Tierra, es importante reflexionar acerca de la tarea pendiente que tenemos con el planeta entero, sin importar el sector o actividad económica que realicemos, ya que es importante ser sensibles al impacto de éstas, y obligarnos a ser más exigentes en ello.
En México existen 250 desarrollos industriales registrados en la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados y menos de 10% cuenta con certificaciones como desarrollos o edificios sustentables.
Las operaciones de aquellos alineados a las normas oficiales y estándares nacionales de sustentabilidad como los que promueve la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Asociación Mexicana de Parques Industriales (AMPIP), tienen como objetivo el ganar–ganar, ya que las empresas actúan responsablemente y son amigables con el ambiente sin sacrificar competir cuando se desarrollan proyectos inmobiliarios con criterios sustentables. Las empresas contribuyen con el medio ambiente desde el momento en que se conceptualizan las edificaciones, ya que permite integrar planes de control de erosión y sedimentación, con lo que se mitiga la contaminación del aire por partículas de polvo que se generan al momento de construir.
Además, el gestionar los residuos de construcción ha permitido a varios desarrollos en México reutilizar hasta 65% de estos. En lo que respecta al consumo inteligente de energía eléctrica, los desarrollos han implementado el uso de skylights o tragaluces en los techos para aumentar la iluminación natural y reducir la necesidad de alumbrado artificial hasta en 15 por ciento.
Adicionalmente, las edificaciones sustentables destacan por la integración de tecnologías para el ahorro de agua, lo que reduce el consumo hasta 40 por ciento.
Lo anterior ha permitido que los parques industriales en México integren en sus portafolios, cada vez más, una cantidad mayor de edificios verdes, impulsando una cultura sustentable con una operación más competitiva y responsable por parte de las empresas que ahí se instalan.
Tener desarrollos sustentables que impulsen la cultura de la eficiencia energética, y contribuyan al consumo inteligente es crucial para tener un balance positivo con el medio ambiente. Debemos dejar en el pasado la percepción de que contar con un edificio sustentable es costoso y poner en la mesa los beneficios que nos trae el uso de tecnologías eficientes respetuosas y en pro del planeta.
*El autor es CEO de Finsa.