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Después de un año en el que los productores y exportadores se han enfrentado sin descanso a una grave escasez de mano de obra en Washington, los grupos agrícolas apelan contra las medidas de emergencia 2021 contra la COVID-19 que el estado ha renovado recientemente
Los grupos afirman que estas medidas están generando otra escasez de mano de obra que podría obligar a muchas explotaciones agrícolas a echar el cierre. El 8 de enero, el Departamento de Salud y el Departamento de Trabajo e Industrias del estado de Washington renovaron automáticamente las medidas de emergencia para trabajadores agrícolas por tercera vez con cambios mínimos con respecto a las primeras medidas adoptadas la primavera pasada, cuando la pandemia prácticamente cerró América del Norte.
Los grupos sostienen que las medidas no hacen mención a las vacunaciones y al límite de ocupación de las viviendas para trabajadores agrícolas al 50%, después incluso de que los trabajadores hayan sido vacunados, a no ser que el agricultor adapte lo que el grupo describe como un “incómodo alojamiento de grupo limitado a 15 trabajadores”.
Preocupaciones del primer trimestre
Esto se produce en un momento en el que el estado se prepara para recibir su primera ola de casi 15.000 trabajadores invitados en el primer trimestre de 2021.
“Los agricultores han tenido dificultades en la pandemia de COVID-19 y han soportado graves restricciones comerciales”, dice John Stuhlmiller, CEO de Washington Farm Bureau, en una nota de prensa. “Pero las medidas laborales adoptadas ahora suponen que muchos no aguantarán otra temporada de cultivo a no ser que el estado dé prioridad a la vacunación de los trabajadores agrícolas. Todos compartimos el mismo fin: proteger la salud de los trabajadores y, al mismo tiempo, que nuestros agricultores saquen adelante sus negocios. Es preciso que el gobernador tome el liderazgo antes de que sea demasiado tarde”.
Un productor del estado de Washington State, que prefiere permanecer en el anonimato, explica a FreshPlaza que, en su opinión, el gobernador del estado, Jay Inslee, ha carecido de la capacidad para comprender la situación en la que se encuentran los agricultores. “Los agricultores tienen restricciones de tiempo para hacer el trabajo de la temporada”, señala.
Priorizar a los trabajadores agrícolas es clave
Por su parte, Bob Mast, presidente de CMI Orchards, con sede en Wenatchee, dice que priorizar la vacunación de los trabajadores agrícolas es absolutamente necesario. “Como sector fundamental, se confía en nosotros para garantizar que los consumidores de todo el mundo dispongan de fruta fresca. Es imperativo que tengamos una mano de obra sana, de confianza y robusta a nuestra disposición para garantizar que la campaña avance con la máxima previsibilidad posible”, manifiesta.
La decisión se cierne sobre los productores del estado, que cada año reciben aproximadamente 25.000 trabajadores invitados en todo el estado dentro del programa H2-A.
“Ahora que han llegado las vacunas, necesitamos del liderazgo del estado para poner a nuestros agricultores en la senda de la recuperación en lugar de tropezar con el mismo enfoque prevacunación. Una norma que no permite la ocupación total de los alojamientos una vez los ocupantes hayan sido vacunados no tiene sentido y es una ruina económica para los agricultores”, asegura Dan Fazio, director ejecutivo de wafla (también conocida como la Washington State Labor Association).
El gobernador Inslee dispone de siete días hábiles para considerar la apelación de los grupos agrícolas y tomar medidas sobre las normas.