ANTIMIO CRUZ. CRÓNICA
NUESTROS CIENTÍFICOS: Pionero de las ciencias agrícolas y forestales en México e investigador , recibirá esta semana un homenaje por su excepcional y destacada obra.

La cuenca lechera y agrícola que durante siglos rodeó el Lago de Texcoco era un ejemplo de sistema productivo sustentable, con un manejo cuidadoso de la tierra y el agua. Sin embargo, ese tejido fue desmembrado por la presión para vender los mejores terrenos y transformados en unidades habitacionales y otras construcciones. Así lo explica a Crónica el Biólogo Francisco Alfonso Larqué Saavedra, Premio Nacional de Ciencias en el año 2000 e investigador emérito del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).
A unos días de recibir un homenaje del CICY, el miércoles 21 de julio, el Doctor en Ciencias reflexiona sobre el problema que representa para el país el desmembramiento de redes biológico-sociales; problema que se repite en muchas regiones donde las tierras más fértiles son vendidas a constructores. Por esto invita a revisar modelos de uso del suelo como el de Suiza donde edifican casas en las montañas para dedicar los valles y tierras fértiles a la producción de alimentos.
“Proteger el medio ambiente es fundamental para que sobreviva la humanidad. Hicimos mucho daño y requerimos cambiar la manera de pensar. Deberíamos entender que cuidar el sector forestal también es cuidar la seguridad alimentaria y que proteger los 5 millones de hectáreas de selva tropical que todavía existen en México, donde hay enorme biodiversidad, también es proteger una gran cantidad de soluciones que nos ayudarán en el futuro”, , indica el investigador, profesor e innovador nacido en Texcoco, Estado de México, en 1948.
Agrega que para enfrentar muchos retos necesitamos científicos que piensen de manera más integral, considerando siempre a naturaleza y cultura; interacciones que ya estaban plasmadas en libros prehispánicos como el Popol Vuh y el Chilam Balam
Alfonso Larqué ha hecho propuestas conceptuales originales para fortalecer las ciencias biológicas al mismo tiempo que se beneficia rápidamente a la sociedad; entre ellas destaca su planteamiento de los Laboratorios naturales.
“Los Laboratorios naturales son algo que tenemos a la mano y costaría millones de dólares si quisiéramos construirlos. Son espacios donde se pueden estudiar las interacciones de organismos vegetales con el medio físico que lo rodea y con la cultura. En Yucatán existen espacios similares donde hemos hecho estudios sobre las interacciones de la cultura maya con el manejo del agua y el cuidado de la cuenca hidrológica y la biodiversidad. Son espacios realmente únicos en el mundo, donde ahora están investigando muchos científicos mexicanos y extranjeros”, detalló.
El modelo que inspiró a Larqué Saavedra a plantear este tipo de laboratorios se remite a un modelo que ya existía en el centro del país.
“Nací en el pueblo de Texcoco, que formaba parte de la gran cuenca lechera que alimentaba a la Ciudad de México. Había grandes ranchos, pero también un modelo de producción donde había sustentabilidad. Los habitantes de los ranchos y los pueblos de esa cuenca cuidaron muchos años la gran riqueza de suelo y agua en esa cuenta. No se enfocaba todo en una sola labor productiva pues se trabajaba en la crianza de ganado pero también en la agricultura, con grandes extensiones de alfalfares y siembra de granos. Muchas de estas interacciones se veían en el mercado de Texcoco, donde se ofrecía una variedad impresionante de productos de los habitantes de la cuenca, que no sólo vendían cosechas de cultivos sino pescaditos, hueva, aves y había un gran conjunto de artesanías de barro, piedra y otros materiales que se vendían, y eran producidas en las comunidades de la cuenca. Toda esta diversidad de actividades que sostuvo desde siglos antes, por una manera de entender el ambiente, donde había sustentabilidad”, dice el hombre que, en 2009, fue el Director fundador del Parque Científico de Yucatán, a las afueras de Mérida.
Ayudar a entender cómo crecen los vegetales
Biólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Larqué Saavedra obtuvo el grado de Maestro en Ciencias en Botánica Agrícola, en el Colegio de Posgraduados (CP) y el Doctorado en la Universidad de Londres. Ha trabajado más de 50 años en campo y laboratorio enfocado en fisiología vegetal, totipotencia celular y mejoras en producción de maíz, henequén y hongos comestibles. Autor de 130 artículos publicados en revistas científicas, es reconocido como autor de las primeras dos patentes agrícolas mexicanas, que transfirió a organizaciones sociales.