ISAÍ LÓPEZ. EL HERALDO DE CHIAPAS
El Estado Mexicano es responsable de la degradación de los ecosistemas, exponen comunidades
Las familias, los barrios, las rancherías, los ejidos, todos pueblos y comunidades zoques del norte de Chiapas, reunidos en El Carrizal municipio de Francisco León, ratificamos nuestra lucha contra todas las formas de explotación de la naturaleza a gran escala.
Mantenemos firme nuestra postura de defender nuestro territorio ante el avance de la minería, la extracción de hidrocarburos y la privatización del agua porque solo generan desigualdades, pobreza y deterioran las condiciones de la vida humana y animal.
A las empresas transnacionales y a los gobiernos queremos decirles que nuestro territorio nos pertenece desde hace 3 mil 500 años, con sus ríos, arroyos, montañas y cerros, porque nos dan vida y salud, por eso, no están en venta, ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Desde aquí rechazamos a todos los proyectos extractivos que amenazan a nuestro territorio como las concesiones mineras, petroleras,presas hidroeléctricas, geotermia y geo parque, que solo servirán para las grandes ciudades, las industrias y las grandes empresas a costa de la explotación de los pueblos zoques.
A los demás pueblos zoque queremos decirles que nos mantenemos alerta ante cualquier amenaza de despojo de tierras y parcelas, seguiremos caminando en la organización para defender nuestro territorio, nuestras familias, nuestros ejidos y nuestra madre tierra ante el clima de inseguridad y de despojo que solo traen muerte y destrucción.
A los diputados y diputadas locales, a los diputados y diputadas federales, a las y los senadores de todos los partidos les reclaman por no defender los derechos de los pueblos y comunidades, por no contribuir a frenar la depredación de las transnacionales por intereses del estado Mexicano, a todos los llaman cómplices.
Les demandan aprobar de manera urgente la iniciativa ciudadana de la Ley General de aguas que respaldamos con 3 mil firmas en la Cámara de Diputados en febrero del 2020, para que la administración y permiso de las aguas regresen a los pueblos y comunidades indígenas; “el agua es para la vida, no para la minería”.