ALBERTO AGUILAR. NOMBRES, NOMBRES Y… NOMBRES. EL HERALDO DE MÁXICO.
TRAS MÁS DE una década de estabilidad en el campo azucarero, este año regresó la politización con nuevas organizaciones que disputan los liderazgos a la CNC de Daniel Pérez y la CNPR que comanda Carlos Blackaller.
El entorno con la llegada de un gobierno de izquierda encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador es propicio.
Es el caso del Sindicato Autónomo para el Campo que encabeza el legislador de Morena Pedro Haces Barba y Cañeros Produciendo por México del perredista Jorge Alejandro Carvallo.
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Más allá de los bloqueos de ingenios, los industriales han preferido actuar con cautela.
Al final de cuentas el horno no está para bollos. De por si en el mercado hay grandes desafíos dada la caída del consumo del azúcar por las campañas contra la obesidad.
Sólo este tema ha significado un ajuste a la demanda interna de 400 mil toneladas, a lo que este año se sumará una mayor producción de 300 mil toneladas para llegar a un total de 6.3 millones, debido al éxito de la última zafra.
Además pronto vendrá la revisión del Acuerdo de Suspensión con EU que se firmó en diciembre del 2014. Esto se dará en el último tramo del año.
Ya le había platicado de esta otra negociación que al igual que la del tomate se maneja al margen del T-MEC.
Fuentes enteradas se muestran optimistas, dado que los ajustes del 2017 beneficiaron a la industria de EU, particularmente a los refinadores. Se habla de ingresos adicionales para ellos por unos mil mdd.
Y es que 70% de la exportación mexicana es azúcar cruda, con especificaciones a las que ya se ajustaron los ingenios mexicanos agrupados en la Cámara Nacional de la Industria Azucarera (CNIAA) que preside Juan Cortina Gallardo.
Los envíos deben ser vía barco, hay que cumplir con un tope anual y sujetarse a precios mínimos, en este caso 23 centavos de dólar la libra para la cruda y 28 centavos la refinada.
A decir de los que saben esos precios tampoco han resultado desfavorables para México, y el tope anual, garantiza un mercado en equilibrio en EU y evita que el gobierno de ese país tenga que gastar en la compra de azúcar.
Debido al proteccionismo de Donald Trump la verdad es que difícil saber lo que podrá suceder para noviembre o diciembre y está también el antecedente de la presión ejercida por refinadores como Alfonso Fanjul.
Como quiera a mediados de mayo y no en abril, se tendría mayor claridad con la Sugar Week, tradicional reunión del rubro en donde habrá miembros de la CNIAA que lleva Humberto Jasso.
Ahí con la IP estadounidense quizá se tengan mayores señales respecto al panorama de la renovación del acuerdo.
Ciertamente en el último año, sólo se pudieron exportar 850 mil toneladas vs. el millón 200 mil previo. Se hace ver que esto no fue un capricho, sino que se ciñó a las condiciones del mercado estadounidense.
Allá como en México y en el mundo hubo en 2018 una zafra récord. En su caso de remolacha, y sus necesidades de importación fueron menores.
Lo importante es que conforme al acuerdo, México tiene mano para ser el principal abastecedor de los faltantes de ese mercado, prerrogativa que se exigirá mantener y que eventualmente significará mayores exportaciones a futuro, en la medida en que la demanda crezca, como sucede con cualquier commodity. Como quiera habrá que esperar.