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Piden apoyo del gobierno federal para la producción de sorgo.
JUCHITÁN, Oaxaca. El cambio climático, la irregularidad de las lluvias y las plagas que atacan al cultivo del sorgo, entre otros factores más, podrían llevar a los agricultores istmeños a optar por el frijol, maíz, ajonjolí o soya, como su principal siembra.
El plan del gobierno federal para apoyar a los productores de granos básicos, en un intento por alcanzar la soberanía alimentaria, no contempla el cultivo del sorgo y por ello, tampoco existen programas de apoyo para los productores, que se las han visto solos año con año, para poder continuar con sus actividades de siembra.
Para los campesinos, hablar de cambiar la siembra del sorgo por algún otro cultivo, les resulta muy difícil; incluso, a sabiendas de que otros granos podrían resultarles más rentables y contar con precios de garantía.
“Las lluvias ya no son constantes y eso provoca más plagas; así que sembrar el sorgo ya es un riesgo constante por el que tienen que correr año con año los productores”, señalan los sorgueros.
Hoy en día -agregan- ya no estás seguro que vayas a obtener la cosecha y los rendimientos que esperas; dejó de ser rentable por lo caro de los insumos y la falta de apoyos.
Pese a esto, son muchos los productores istmeños que insisten en que los gobiernos federal y estatal, deben de invertir más en el campo y particularmente en el sorgo, pues se trata de un cultivo ya probado, que requiere de más apoyos para ser también una base para el desarrollo de la región.
Las cosechas son recibidas y pagadas en los almacenes de lo que antes eran Diconsa y Liconsa, entidades que se fusionaron para crear la agencia denominada Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex).
En su momento, se dio a conocer que por una tonelada de maíz se pagará 5,610 pesos y 14,500 pesos por la de frijol; cifras que contrastan con el precio de la tonelada de sorgo de la pasada temporada 2019, que apenas si superó los 3,400 pesos.