EMMANUEL RUÍZ. EL SOL DE CUAUTLA.
Puede utilizarse con fines medicinales, como biodiésel y en la industria ganadera.
Gracias a un trabajo que duró casi dos décadas, un equipo de investigadores morelenses del Instituto Politécnico Nacional (IPN) logró en 2019 la obtención de una nueva variedad de la especie vegetal no tóxica de la Jatropha Curcas, conocida comúnmente como “pistache mexicano” o “piñoncillo”, lo que hoy permite utilizarla para la fabricación de un aceite con propiedades curativas, pero también abre un abanico para su utilización como fuente de proteína para pequeños rumiantes y como biodiésel.
Se trata de la especie “Sevangel”, llamada así en honor a la investigadora que comandó el equipo de especialistas que logró la obtención de la variedad ante lo que entonces era la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la doctora Silvia Evangelista Lozano.
La doctora recuerda que, si bien el inicio de la investigación tuvo lugar allá por el año 2002, no fue sino hasta 2013, tras una década de investigación, cuando se realizó la primera solicitud de registro de la variedad obtenida de la planta madre. Inicialmente, el equipo planteó registrarla como variedad “Morelos” o variedad “Ceprobi”, el centro de desarrollo donde se realizó la investigación. Ambos nombres fueron rechazados por la dependencia federal.
Al final, fue el Doctor Antonio Jiménez Aparicio, integrante del equipo de investigadores, quien eligió el nombre de la variedad, inspirado en el correo electrónico de la titular de la investigación.
La investigación
Realizada en el Centro de Desarrollo de Productos Bióticos (Ceprobi), en Yautepec, la investigación para la obtención de la variedad “Sevangel” se llevó a cabo a través de una variedad clonal de la planta, de la que se fueron separando estacas o fragmentos de tallo con yemas o esquejes por cerca de una década. Después de cinco generaciones por semilla, el equipo demostró que la variedad obtenida contaba con su propia identidad genética y su distinción: en el cuaderno correspondiente se enumeran 32 descriptores, entre los que se encuentran el porte de la planta, la longitud y anchura de la lámina foliar, las características de su endocarpio, así como las de su semilla y su fruto.
“Eso es lo que nos puso a trabajar para decir cuál era la diferencia teniendo la planta frente a nosotros, y así se pudo hacer el cuaderno. Para esto, teníamos que hacer una ficha técnica de lo que era la variedad y definir las características que la hacían sobresaliente”, explica la titular de la investigación.
Para demostrar que las características de la planta obtenida eran consistentes, ésta tuvo que ser replicada en otros espacios, fuera del centro de desarrollo, donde el resultado fue favorable para el equipo: la variedad “Sevangel” conservaba sus descriptores.
Importancia:
En términos legales, un obtentor es una persona física o moral que fue capaz de desarrollar una nueva variedad vegetal a través de un proceso de mejoramiento. Una vez que se acredita la obtención, esta persona o instituto es reconocido como creador de la variedad y adquiere el derecho de aprovecharla y explotarla por un tiempo definido. En este caso, el registro de la variedad “Sevangel” fue realizado a nombre del IPN y permitirá utilizar la variedad al menos hasta el año 2034, según afirma la Doctora Evangelista.
“Cada año se hacen pagos y está hasta el 2034, y podemos sacar otras que podemos generar a través de la que tenemos”, explica.
Aplicaciones:
Gracias a la obtención de la variedad “Sevangel” de la planta Jatropha Curcas, el Ceprobi puede (y ya lo está haciendo) producir un aceite con propiedades medicinales, que funciona como antiinflamatorio. La Doctora Evangelista no duda de los resultados de este líquido, que ella misma utiliza y que ahora también es comercializado fuera del centro de desarrollo, en Xochitepec.
Además de su aplicación en la medicina, la variedad “Sevangel” también tiene potencial para ser utilizada como fuente de proteína para pequeños rumiantes, lo que podría resultar beneficioso en el ámbito ganadero; y en la industria energética, como biodiesel. En este último aspecto, Silvia Evangelista se muestra más bien reservada: hoy en día, extraer un litro de aceite de la planta resulta mucho más caro que comprar la misma cantidad de gasolina premium.
Pero, en general, es optimista sobre el terreno que aun falta por recorrer en cuanto a lo que es posible lograr con la variedad vegetal que lleva la inicial de su nombre y siete letras de su apellido, “hay potencial todavía de la Jatropha Curcas variedad Sevangel”, concluye.
Datos:
2034 año límite para utilizar licencia de exportar la planta.
2019 se obtuvo la nueva variedad de la especie vegetal no tóxica de la Jatropha Curcas.