VIRGINIA ZAVALETA. DIARIO DE MORELOS.
Desconocen prestaciones de ley.
En más de un 90%, los campesinos carecen de contratos, no cuentan con acceso a instituciones de salud o prestaciones laborales.
CUERNAVACA, Morelos. Se llevó a cabo el foro “La migración interna e internacional de trabajadores agrícolas. Una comparación de condiciones de trabajo”, organizado por el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM).
En la conferencia, se dijo que, en México, una de cada cinco personas jornaleras son indígenas. El 93.4% carece de contrato, el 90.9% no cuentan con acceso a instituciones de salud por parte de su trabajo, el 85.3% no cuenta con prestaciones laborales, el 33.3% de las o los jornaleros ganan salario mínimo, 10 de 15 trabajadores son mujeres y el 45.2% de los trabajadores agrícolas tienen entre 15 a 29 años.
Participaron la Mtra. Isabel Margarita Nemecio, la Dra. Ofelia Becerril Quintana y la Dra. Adriana Saldaña Ramírez, en coordinación de la Dra. Ana María Chávez Galindo (CRIM-UNAM) y la Dra. Kim Sánchez Saldaña (CICSER-UAEM).
Esto con el objetivo de sensibilizar a la población ante el arduo trabajo que realizan los agricultores, las condiciones de vida en las que trabajan y sobre las repercusiones generadas por la pandemia derivada al Covid-19.
Sobre la precarización laboral y la pandemia en el sector agrícola, Margarita Nemecio, comentó que derivado a la pandemia muchas familias se vieron afectadas principalmente por los riesgos de salud, la falta de vivienda y elevación de precios en rentas, por la disminución de los productos y la venta local de personas no jornaleras, insuficiencia en servicios de salud, información no confiable que suelen recibir las familias, el requerir permisos para acudir a servicios de salud, ya que en ocasiones no cuentan con el permiso de su empleador.
Otra problemática es en la infancia-adolescencia jornalera, que normalmente suelen ser forzados por sus papás o por el hecho que no hay instancias para la estadía de niños y adolescentes mientras sus papás se encuentran en jornada laboral, por ello, prefieren mantener a sus hijos en los surcos.
“No se puede sacar de un surco a un niño o niña, si no se garantiza antes su acceso a espacios educativos seguros como un albergue y estancia infantil, oportunidades distintas para los adolescentes que son papás/mamás espacios de desarrollo-esparcimiento, seguridad jurídica, alimenticia, etc.”, Señaló, Margarita Nemecio.
En Morelos ya no hay albergues para jornaleros
La doctora Adriana Saldaña Ramírez habló sobre los albergues públicos y privados de jornaleros agrícolas, y dijo que en el estado de Morelos existía un albergue público en el municipio de Atlatlahucan que inició en 1996 hasta 2001, después se reabrió en 2013 a 2015, y actualmente se encuentra inhabilitado.
Este albergue contaba con programas sociales, condiciones propicias, estancias infantiles, y alianzas multiactores con el gobierno del estado.
Hoy en día, Morelos cuenta únicamente con albergues de empresas privadas, principalmente en el sector tomatero y cañero.
En tanto, Becerril Quintana propone repensar las condiciones laborales agrícolas, ya que con el tiempo se han precarizado a gran escala, también propone pensar en las relaciones étnicas, la maternidad, paternidad y el reclutamiento. Y respecto la pandemia, mencionó que hay mucha vulnerabilidad en las condiciones de trabajo agrícola, como falta de seguro de la salud, condiciones de aislamiento y discriminación, barreras del idioma para atención médica o por casos de Covid-19, acoso sexual, incertidumbre, miedos, estrés y ansiedad.