La Secretaría de Agricultura ha activado el Dispositivo Nacional de Emergencia en Colima tras detectar un brote preocupante de mosca del mediterráneo (Ceratitis capitata), una de las plagas más destructivas para la fruticultura mundial que amenaza cultivos de alto valor económico en la región.

La amenaza de la mosca del mediterráneo

La mosca del mediterráneo es considerada una de las 100 especies invasoras más dañinas del mundo. Esta plaga afecta a más de 250 especies de frutas y vegetales, causando pérdidas económicas devastadoras en zonas frutícolas. Sus larvas se alimentan de la pulpa de los frutos, haciéndolos no comercializables y generando rechazos en mercados de exportación.

En México, estados como Colima con importante producción de limón, mango, papaya y otros frutales, son particularmente vulnerables a esta plaga que puede destruir cosechas enteras en semanas si no se controla adecuadamente.

Medidas del dispositivo de emergencia

El operativo de erradicación incluye acciones coordinadas:

  • Trampeo masivo: Instalación de miles de trampas con atrayentes específicos para monitoreo y captura
  • Aspersión terrestre: Aplicación de cebo tóxico selectivo en zonas afectadas
  • Técnica del insecto estéril: Liberación de machos estériles para romper ciclo reproductivo
  • Destrucción de frutos infestados: Eliminación controlada de material vegetal con larvas
  • Cuarentena fitosanitaria: Restricciones al movimiento de frutas hospederas
  • Capacitación: Formación de productores en identificación y reporte temprano

Importancia económica para Colima

Colima es un estado frutícola estratégico con más de 30,000 hectáreas dedicadas a limón persa, el principal cultivo afectado por esta plaga. La erradicación exitosa es crucial para mantener el estatus fitosanitario que permite exportaciones a mercados exigentes como Estados Unidos y Japón.

Coordinación institucional

El dispositivo involucra a SENASICA, gobierno estatal, productores organizados, y técnicos especializados en control de plagas. Se estableció un centro de comando para coordinar operaciones diarias y evaluar avances de la campaña.

Las autoridades proyectan que con estas acciones intensivas, el brote podrá erradicarse en 4 a 6 meses, protegiendo así la producción frutícola colimense y evitando que la plaga se disperse a estados vecinos productores.